En Cuba, la represión de oponentes políticos ocurre más o menos insidiosamente. Nuestros compañeros anarquistas han sido convocados, detenidos o despedidos a causa de su pertenencia política. Como último ejemplo a la fecha, los miembros del Observatorio Crítico han sido amenazados con represalias si continúan debatiendo públicamente el proyecto del Código Laboral.
Este proyecto de Ley Laboral pretende reforzar la posición de empresas privadas al explotar el trabajo asalariado, mientras se reducen los derechos de los trabajadores y sindicatos.
El domingo, 29 de Setiembre del 2013, alrededor de 13 personas debatieron el documento en el parque popular El Curita. Sí bien el Partido Comunista y la Central de Trabajadores de Cuba han llamado a un debate público, este tipo de cosas no puede tener lugar fuera de los centros de trabajo, bajo la tutela de las instituciones estatales y sus fieles secciones sindicales, y el colmo es que la policía dispone de poderosas estructuras para hacer respetar sus deseos. Este reencuentro en el parque sería considerado como un crimen.
Nuestro compañero Isbel Díaz Torres fue detenido. Los policías le dijeron que no iban a permitir ninguna acción contrarrevolucionaria, a lo que él respondió que se sentía más revolución y más a la izquierda que ellos.
Está claro que hablamos de dos conceptos distintos de revolución: el de la policía que está ligado a la conservación del status quo, y el nuestro que está formulado con el deseo de liberar y socializar la capacidad de autogestión popular. Otro compañero, Jimmy Roque, fue despedido recientemente.
Estos métodos de intimidación y de represión deben ser denunciados.
Ayudaremos como podamos a nuestros compañeros cubanos para que puedan enfrentar las sanciones policiacas de las cuales son víctimas y puedan continuar su “revolución dentro de la revolución”.
Internacional de Federaciones Anarquistas