Boicot al Campeonato del mundo de hockey sobre hielo

Declaración de los grupos anti-autoritarios sobre el Campeonato del mundo de hockey sobre hielo celebrado en Bielorrusia.
Minsk, capital de Bielorrusia, alberga el Campeonato del mundo de hockey sobre hielo desde el viernes 9 de mayo al domingo 25 de mayo de 2014. Como todo acto de negocio de los deportes de élite, trae consigo, más o menos, el acoso a los vecinos (en el caso de Bielorrusia, es, por supuesto, bastante más). Por otra parte, este campeonato, en particular, es una burla a los sujetos de la élite del poder mundial que tenían largas objeciones retóricas contra el régimen bielorruso, pero que no impidieron el Campeonato.
Éstas son las dos razones principales por las que boicotear el campeonato bielorruso. En primer lugar, estamos principalmente contra las amenazas policiales a potenciales adversarios del circo de hockey de Lukashenko que, como siempre, tuvieron el mayor impacto en nuestros compañeros anarquistas. La Cruz negra bielorrusa anarquista ha estado recopilando información durante semanas acerca de las intervenciones policiales contra los anarquistas, que deben soportar los interrogatorios en sus casas y en las comisarías de policía, a cuyos padres se les insta a dar números de teléfono de sus hijos a la policía o serán convocados para ser interrogados… El número de estas personas víctimas de acoso ya ha superado el centenar. Por ejemplo, el anarquista Aleksander Franckevich fue ejemplarmente condenado a 25 días de aislamiento bajo el pretexto de violación del párrafo de «quejarse en público.» Anastasia Kukhta fue condenada a 17 días de aislamiento y Aleksander Orlov a 20 días, justo un día antes del inicio de campeonato en Minsk.
Ellos fueron sorprendidos en la calle por desconocidos vestidos de civil, empujados al interior de un coche y llevados el día anterior a la sentencia. No hay necesidad de hablar sobre el hecho de que Minsk ahora será un hervidero de cientos de policías de uniforme o de civil. Obviamente, tiene que ser la recompensa prometida a los aficionados bielorrusos, que fue mencionada por el jefe suizo de la IIHF (Federación Internacional de Hockey sobre Hielo) cuando justificó las ventajas de organizar el campeonato en Minsk.
En segundo lugar, recordemos que desde el año 2009, cuando la IIHF acordó organizar el campeonato mundial de 2014 en Bielorrusia, los medios corporativos han recordado constantemente el hecho de que los estados occidentales y los EE.UU., como autoridades morales, han llamado a un boicot o la reubicación del campeonato, porque aceptar el régimen de Lukashenko de esta manera es inmoral. Al menos, desde finales de 2010 (cuando se llevaron a cabo protestas masivas durante las elecciones presidenciales bielorrusas), con un número creciente de evidencias específicas de la represión de Lukashenko de toda oposición, los líderes occidentales se han visto, más a menudo, obligados a proclamar su indignación por las violaciones de los derechos humanos en «el último estado totalitario europeo». Se supone que deberían sacar consecuencias tales como el embargo económico, la eliminación de la organización del campeonato, etc. Sin embargo, casi no ha pasado nada en realidad, y lo ridículo y absurdo de las frases de los medios de comunicación sobre el estado totalitario y el último dictador en Europa, que rodean mecánicamente la información práctica sobre el comienzo y el progreso del campeonato de Lukashenko, es muy evidente. Por otra
parte, los habladores defensores flexibles de la realpolitik, que siempre están más cerca de cualquier beneficio que de la actitud, se están ayudando a sí mismos citando al presidente de la Federación de Hockey, Fasel, cuando argumentó que «el deporte no puede y no debe ser un instrumento de la política», lo que es proporcionado por los megáfonos de los medios corporativos como una réplica básica a repetir durante los debates “enterados” de bar.
Por lo tanto, ¿el deporte no es un instrumento de la política? Claro, es más un instrumento acerca de entradas, patrocinios, ingresos de los medios, merchandising, agencias de apuestas,… El deporte profesional no es más que «sólo» un medio de publicidad, turismo y otros negocios; corrupción a alto y medio nivel de tráfico de negocios encabezada por el grupo de presión del hormigón; propagación de todo a economía del consumismo; ganarse el favor del obediente y abandonado rebañoaudiencia.
En palabras de George Orwell, es la «guerra sin disparar». La guerra por el dinero, por el poder, por las almas muertas y vivas que se envuelven en temas trillados sobre la equidad y las reglas. Así que es sólo una modesta imitación de lo que se llama la política.
El campeonato, dirigido por Lukashenko con asentimiento en silencio de las autoridades políticas y pseudo-occidentales morales, es también la culminación sarcástica de una serie de deportes hipócritas, que comenzó con los Juegos Olímpicos de China y fue seguida por los de Rusia. Eventos gigantescos de deportes similares son legitimación de regímenes represivos y en particular de las grandes empresas, todo ello a expensas de la gente común y sus derechos.
¡Nuestra idea del deporte es diferente!