Unas palabras sobre ese día
El 17 de noviembre, el Estado y el Gobierno dan un paso más hacia una completa abreviación después de la aprobación del proyecto de ley para la restricción de las protestas. Una orden específica del Ministerio de ‘Protección Ciudadana’, el Jefe de la Policía Griega emite un toque de queda de cuatro días y prohíbe todas las reuniones de más de 3 personas. Para nosotrxs, así como para un número de combatientes del movimiento revolucionario más amplio, pero también para miles de otras personas, se está haciendo evidente que la pandemia es utilizada como una herramienta por la autoridad para suprimir violenta y universalmente cualquier movimiento de resistencia social y de clase. Muchas organizaciones y combatientes de toda Grecia deciden, respetando todos los medios de protección, romper la prohibición estatal, que recuerda tanto a las prácticas de la Junta. Se registran cientos de infracciones y se validan las multas en todo el territorio, mientras que cada día aumentan las muertes en los hospitales, que alcanzan o superan los tres dígitos.
En Salónica, la policía atrapa a lxs manifestantes y trae a docenas de ellxs. Seis personas son arrestadas entre ellas 3 de nuestrxs compañerxs, mientras que otros 3 están detenidxs por un corto tiempo en el departamento de policía. Los 6 son multados con 300 dólares. Un total de 1800 euros es una carga para nuestro colectivo, sin contar los costes (judiciales) de nuestrxs compañerxs. Creemos que los movimientos de resistencia y desobediencia a la brutalidad y la represión del Estado, como los que tuvieron lugar el 6 de diciembre, no están dirigidos exclusivamente a lxs luchadorxs organizadxs del movimiento, sino que representan a muchxs más, que pueden no haber participado en las reuniones pero que quieren apoyar a lxs que lo han hecho, con un alto grado de responsabilidad en materia de salud pública. Teniendo en cuenta esta valoración, pedimos el apoyo financiero necesario para lxs oprimidxs, aunque sabemos lo difícil que es la situación en las clases populares. Creemos que más que nunca, el apoyo financiero se está convirtiendo en apoyo político y la ayuda es una defensa que puede contrarrestar eficazmente este intento de suprimir el movimiento, a través del estrangulamiento económico de sus organizaciones y personas.
El propósito de la financiación colectiva
En vista de la solidaridad entre lxs explotadxs (lxs reprimidxs), creamos esta solicitud, que tiene por objeto pagar las multas impuestas y que han permanecido después de rechazar la objeción presentada por nuestrxs compañerxs. Nuestro objetivo original es cubrir parte de las 6 multas y gastos, pero teniendo una visión más completa de la situación en toda Grecia, como organizadores de la petición nos comprometemos a que los posibles ingresos adicionales, además del objetivo original, puedan ser proporcionados en consulta con otros colectivos para cubrir en la medida de lo posible dichos gastos. Todos los posibles movimientos de ayuda financiera se publicarán en nuestro blog colectivo https://maurokokkino1936.wordpress.com/
Más información
En el siguiente enlace se puede leer el anuncio completo de la A.P.O. en Salónica sobre los eventos que tuvieron lugar el 17 de noviembre en la ciudad. https://maurokokkino1936.wordpress.com/2020/12/08/17november2020announcement/ (a continuación)
Anuncio del Comité de Coordinación Local de Salónica, de la Organización Política Anarquista (APO), sobre el 17 de noviembre
«No somos nosotros los que volvemos al pasado, pero el pasado amenaza con volver».
Georges Bernanos «Munich»
El camino de la cruz de las amas, 1942
El personal político que actualmente sirve a la capital controlando la administración del Estado y, en particular, el jefe del Ministerio de Protección Civil, M. Chrisochoidis trató varios días antes del 17 de noviembre de poner una trampa política en las fuerzas del movimiento rebelde por razones que abordaremos a continuación. El objetivo de esta elección era crear un tratado en el que la autoridad y el Gobierno ganaran en cualquier giro de los acontecimientos políticos. La base de la «trampa» fue el anuncio del ministro diez días antes del aniversario del Levantamiento Politécnico que declaró la prohibición total de las manifestaciones y protestas establecidas.
El personal del gobierno, tras haber perdido el control a todos los niveles y sobre todo en el frente de la pandemia, intenta convertir las pérdidas en beneficios, haciendo avanzar permanentemente a la policía, que es actualmente su aliado más leal y al mismo tiempo un actor político decisivo para acercar a la sección de extrema derecha del partido gobernante. Al mismo tiempo, el gobierno está agotando las posibilidades de intervención represiva, deseando establecer nuevos datos negativos en su enfrentamiento con todxs aquellxs que siguen luchando, explotando como pretexto la crisis sanitaria provocada por la peligrosa pandemia y su política igualmente peligrosa. Si el movimiento revolucionario organizado no levantara el guante de la confrontación, el gobierno podría ocupar todo el espacio público sin perturbaciones con el ejército de ocupación de las fuerzas represivas.
Al mismo tiempo, mostrarían como un trofeo la prohibición de la manifestación (anunciada previamente por un conocido soplón) frente a lxs fascistas que buscan una representación partidaria a nivel central. Al mismo tiempo, la planificación de la ocupación de las ciudades por el ejército policial es en todo caso un gesto de ensayo de la estrategia de puesta en marcha de la «insurgencia preventiva», que es un dogma constante desde ahora del mecanismo de poder a nivel estatal. El rápido y gran debilitamiento de la legitimidad social frente al gobierno y, más en general, la arbitrariedad y el autoritarismo del Estado, ha creado condiciones de emergencia permanente para lxs opresorxs. Por otra parte, si el movimiento anarquista organizado y partes de la izquierda se atrevieran a romper la prohibición y a protestar contra la política de muerte de Estado del capitalismo totalitario, entonces las oportunidades del gobierno se desplazarían hacia una narración que transferiría incluso temporalmente su responsabilidad criminal por la muerte de cientos de personas a espaldas de lxs manifestantes «irresponsables», mientras que al mismo tiempo, podría aprovechar la situación para abusar de ellxs y arrestarlxs, para drenarlxs financieramente y para aislarlxs, disolviéndolxs literalmente pero también ‒y principalmente‒ políticamente.
Este plan ha fracasado completamente. Nadie más allá de sus (cada vez más) votantes se convenció de esta degeneración. Esto se debe a la actitud ejemplar, responsable y competitiva de lxs combatientes. El plan del gobierno fue desechado por la acción del movimiento. En lugar de exprimir a lxs que rompieron la vulgar y engañosa prohibición de la Junta que sólo se aplicó durante cuatro días, del 15 al 18 de noviembre, salieron aún más fuertes, más poderosxs y más consistentes a los ojos de lxs oprimidxs y lxs explotadxs. Porque fueron representadxs por lxs compañerxs que salieron a la calle el 17 de noviembre, porque sólo su opinión cuenta para nosotrxs ‒y la de nadie más‒. La prohibición general en sí misma puede haber creado un estrangulamiento para aquellxs que querían romperla, pero al mismo tiempo ha demostrado a toda la gente progresista la horrenda instrumentalización de la pandemia por las pobres criaturas que manejan las fortunas y las vidas de la gente de la base social. El arresto de decenas de anarquistas que intentaron apoderarse de la Universidad Politécnica de Atenas, las detenciones de izquierdistas y las invitaciones a rendir cuentas de militantes en todo el territorio, la intervención pública escenificada contra los sindicatos de médicos y otras acciones que desencadenaron el crescendo de la represión han demostrado por sí mismas la hipocresía de la gestión estatal en quien tenía la más mínima intención de percibirla.
Esta vez también han mostrado las fuerzas de la izquierda parlamentaria y extraparlamentaria. En nuestra opinión, su aparición sobre la base de la experiencia anterior (por ejemplo, las manifestaciones de Macedonia en 2018 o incluso recientemente en varias manifestaciones en Patras) no era evidente y hubo oscilaciones sobre su actitud final, que también se derivan de su eterna actitud jurídica. Pero si a lxs izquierdistas al final del debate no se les dejaba ninguna otra opción, lo mismo no se aplicaría al Partido Comunista de Grecia. Por una parte, la intensificación de la prohibición por parte del gobierno y, por otra, la presión del área revolucionaria y de lxs anarquistas, que ya habían manifestado sus intenciones (ruptura de la prohibición) y algunos de sus movimientos (ocupación de la Escuela Politécnica de Atenas) contribuyeron a movilizar las fuerzas de varias entidades políticas.
El Partido Comunista Griego, tras haberse ocupado primero de asegurar su lugar en la arena civil, se protegió las espaldas y evitó el aislamiento firmando primero un texto conjunto con los bastardos oportunistas de SYRIZA (a finales de octubre el Partido Comunista había votado a favor de la moción de censura de Tsipra contra Stournaras ‒un acto incomprensible en aquel momento‒) mientras que esperaba, incluso en su firma, la del llamado partido centrista, Kin.Al (movimiento de cambio) que se negó- y podía pretender ser la «dirección del movimiento» más cómoda por un día. SYRIZA reiteró en la práctica su profundo carácter civil, reflejando en su negativa a participar en una manifestación su opinión sobre a quién considera que representa. Al mismo tiempo, tomando el camino inverso al del Partido Comunista Griego, aprovechó la oportunidad que se le presentó ‒firmando conjuntamente el texto‒ para doblar la izquierda por un día. Mientras que Varoufakis eligió el camino del «viejo» 3% de Syriza, un camino que afortunadamente fracasó. La novatada de Chrisochoidis contra un miembro de un partido oficial, Day25 y el parlamento griego, Sakorafa y la realización de un examen preliminar contra los líderes del partido, muestran simplemente que son unxs bastardxs destempladxs.
En todo el país, el movimiento anarquista libró una dura batalla y, a pesar de las pérdidas que pueden surgir en condiciones reales de confrontación general, la ganó. En ningún lugar podía existir ni la mitad de un cuadro propagandístico de hacinamiento y falta de medidas a partir de las cuales lxs magistradxs de los poderes intentaran desorientar el cuerpo social. En cambio, el papel de la gestión estatal en la propagación de la pandemia se puso de relieve incluso en este día, con la «reunión» de miles y miles de policías y las condiciones de asfixia creadas en muchos casos tras su intervención. Aun así, lxs maniquíes de dos piernas de la policía griega lograron notar su naturaleza consumible como los matones de sus jefes, pero su estupidez estructural y su fascismo no negociable les permiten cumplir con sus deberes criminales con alegría y entusiasmo.
Otro punto que debemos plantear es el papel de lxs anarquistas en esta coyuntura crucial de confrontación con el Estado. Fueron las fuerzas anarquistas, y hasta cierto punto organizadas, en toda Grecia, y particularmente en la periferia, las que levantaron el guante principalmente y defendieron a las personas y los significados. Desde Xanthi, Ioannina, Patras, Karditsa hasta Heraclion, Rethymno y Chania, el movimiento anarquista desempeñó un papel destacado en la organización de actos de desobediencia. En todas partes con un interés común en buscar mejores condiciones de atención, asegurar comida y vivienda para todxs, mientras conmemoraban a lxs combatientes muertxs del Levantamiento Politécnico y a lxs muertxs de la era de la posguerra. El papel del movimiento fue extremadamente importante, los movimientos han encontrado efectos sociales y han sido ante todo una clara respuesta política al totalitarismo moderno. Cualquiera que sea la forma en que se haya manifestado desde la mañana del 17 de noviembre hasta el final de la tarde fue en cualquier caso una respuesta rotunda. Cada vez es más evidente que los golpes del Gobierno al movimiento anarquista, que continúan sin cesar, no se deben sólo a una supuesta desorientación o a un «cambio de agenda», sino porque son realmente las fuerzas del movimiento anarquista las que tratan de poner un fuerte freno a la embestida de la brutalidad capitalista.
Tesalónica
Como coordinación local de APO en la ciudad de Salónica, decidimos sin reservas que nuestra presencia dinámica en la calle el 17 de noviembre es la única manera. El 9 de noviembre publicamos un cartel y un texto que dejaba clara nuestra posición de una vez por todas: «El día del Levantamiento Politécnico, lxs anarquistas estarán presentes, no por un capricho ideológico, sino porque si no aseguramos hoy que lxs oprimidxs puedan resistir a sus propixs verdugxs, ¡entonces ya estamos muertxs!»
Nuestra decisión fue apoyar el llamado de la Asociación de lxs Estudiantes que viven en los Dormitorios Universitarios y al mismo tiempo, nuestra participación organizada en cualquier movimiento central para romper la prohibición. La lucha ejemplar de lxs estudiantes fue el único proceso que fue capaz de poner bordes afilados en el sombrío ambiente de la cuarentena y al mismo tiempo la única movilización estudiantil organizada y real durante los días del Levantamiento Politécnico. Después de varios días de ocupación del edificio de dormitorios y su transformación en un centro de lucha, que lxs estudiantes defendieron contra los desafíos de la policía y después de ocupar simbólicamente el edificio del decano, lxs luchadorxs lograron aplicar el examen covid-19 (de cualquier otra manera obvia) de forma gratuita. Sin embargo, incluso entonces, la burla era la norma, ya que se enviaba un número inadecuado de pruebas. Igualmente importante fue, sin embargo, la decisión de la Asociación de transformar una lucha de petición en un campo puramente político, convocando un mitin el 17 de noviembre y rompiendo la prohibición. Así pues, la Asociación de Estudiantes de Dormitorios de Salónica, junto con lxs solidarixs que eligieron los dormitorios como señal de su desobediencia, contra innumerables fuerzas policiales se convirtió en el primer organismo social que rompió la prohibición en todo el país. La actitud tranquila e inquebrantable de lxs compañerxs ante el dominio total impuesto por la policía durante 8 horas ayudó significativamente, entre otras cosas, a facilitar el movimiento de más fuerzas en el centro de la ciudad.
La ruptura de la prohibición se manifestó en una repentina reunión (Tsimiski y Agias Sophias) de fuerzas de las organizaciones anarquistas y de izquierda. Nuestra decisión de participar activamente en este frente también, creemos que fue apropiada, ya que estaba devolviendo al Estado el guante y poniendo en sus manos el tema de lidiar con una manifestación ilegal. Mirando hacia atrás, y habiendo visto la cara de nuestra ciudad a primera hora de la mañana, cuando cientos de policías se desarrollaban por todas partes en ausencia incluso de lxs transeúntes ordinarixs, realmente no podemos pensar en qué ciudad nos despertaríamos en el día 18 si nadie saliera de su casa el día 17. Juzgamos que después de las reuniones en Kamara y Propilaia en enero de 2018 contra el rebaño fascista del cuerpo nacional, las reuniones del 17 de noviembre son otra etapa histórica en el camino de nuestro movimiento, precisamente las que convierten el llamado «espacio» en algo mucho más, mucho más grande, mucho más peligroso para la autoridad. Tanto durante la cuarentena como, en particular, la preparación del 17 de noviembre, reafirmamos la utilidad de la Organización en el proceso de lucha.
Durante la intervención policial para desmantelar el mitin en el centro de la ciudad, se impusieron decenas de multas (se impusieron multas también en otros puntos, que nosotrxs sepamos) y desde esa mañana también se realizaron decenas de procesamientos, seis de los cuales se convirtieron en detenciones. Los tres son cercanos a diferentes organizaciones de izquierda y los otros tres son miembros de la APO, mientras que otrxs tres miembros de la APO fueron convocadxs desde el mismo lugar y fueron multadxs. Lxs tres detenidxs que también fueron multadxs con 300 dólares fueron acusadxs de indisciplina y violación de las medidas de prevención de enfermedades, y después de pasar una noche en detención, donde fueron llevadxs a los tribunales, a través del procedimiento policial, recibieron un aplazamiento y esperan la definición de su juicio.
La resistencia, la desobediencia y las acciones de contraataque no son sólo parte de las fuerzas organizadas, sino que representan muchas más en este momento, y teniendo este pensamiento en mente en el próximo período buscaremos el apoyo político y financiero necesario de lxs oprimidxs, así como buscar la mayor interacción posible con la gente que quiere participar en la lucha, que continúa y que ganará. Viva la anarquía!