
De Umanità Nova n.24 del 3 de septiembre de 2023: https://umanitanova.org/vacanze-intelligenti-gli-incontri-internazionali-dellanarchismo/
Este verano tuvo lugar en Saint-Imier (Suiza), del 19 al 23 de julio, uno de los encuentros anarquistas internacionales más importantes de los últimos años, los Rencontres Internationales Antiautoritaires (RIA) «Anarquía 2023». Participaron miles de individuxs de distintos continentes, aunque una parte significativa procedía de la Europa francófona y germanófona. Como Federación Anarquista Italiana – FAI, hemos participado en el proceso organizativo del encuentro desde 2020, y asistimos con una nutrida delegación, contribuyendo activamente proponiendo debates, montando una exposición y sosteniendo un stand de las ediciones Umanità Nova y Zero in Condotta (Cero en Conducta) en la feria del libro.
En este encuentro se celebraron los 150 años más uno (ya que el evento se pospuso debido a la pandemia) del congreso que se celebró en este pequeño pueblo del Jura bernés los días 15 y 16 de septiembre de 1872, considerado históricamente como el acta de nacimiento del movimiento anarquista organizado. Entonces, por primera vez, la tendencia antiautoritaria del movimiento obrero y revolucionario definió colectivamente sus principios. En torno a la cuestión de la toma del poder político se produjo una profunda fractura en el seno de la Asociación Internacional de Trabajadores (AIT-IWA), más conocida como Primera Internacional. En el Congreso celebrado en La Haya del 2 al 7 de septiembre de 1872, Karl Marx aprovechó la ilegalización de la sección francesa de la AIT ‒la más numerosa‒ que siguió a la Comuna de París, para transformar las secciones nacionales de la Internacional en partidos con vocación de participación electoral. El Congreso de Saint-Imier fue la consecuencia de esta fractura, y en la declaración de que: «La destrucción de todo poder político es el primer deber del proletariado» resumió la posición de las secciones antiautoritarias jurásicas (montañas Jura, región donde se intersectan Alemania, Francia y Suiza), italianas, españolas, francesas y americanas de la AIT. En aquella ocasión, iniciaron una experiencia organizativa en continuidad con la vía internacionalista que acababa de escindirse.
Sin embargo, no tuvimos una reunión de celebración: de hecho, sólo hubo una conferencia de estudio histórico sobre el Congreso de 1872. Desde el principio, de hecho, se ha dado centralidad a la actualidad de las prácticas e ideas anarquistas. Fue una elección clara del comité organizador, formado en 2020 por exponentes del movimiento anarquista local, con la participación de la Federación Anarquista Francófona y la Federación Anarquista Italiana.
Se celebraron más de 400 debates, presentaciones, conferencias y talleres, además de decenas de proyecciones cinematográficas, y luego conciertos, representaciones teatrales, exposiciones y una feria del libro que acogió a más de 100 expositorxs. Las actividades, incluso en las calles y plazas, se desarrollaron en 12 espacios diferentes repartidos por todo el pueblo, que cuenta con algo más de 5000 habitantes. Varios colectivos de cocinas móviles montaron dos grandes instalaciones y prepararon desayunos, comidas y cenas para lxs participantes: sólo el sábado por la noche se distribuyeron más de 5000 comidas.
Ya en 2012 se celebró un encuentro similar en Saint-Imier, con unos 4000 participantes. En aquella ocasión, las presencias no europeas fueron ciertamente más masivas y representativas, especialmente de América Latina. También fue mayor el protagonismo de organizaciones, federaciones, sindicatos, redes internacionales y grupos anarquistas. A la inversa, esta vez varias partes del movimiento anarquista organizado no asistieron formalmente, lo que dejó más espacio para la espontaneidad y la participación individual. Esto probablemente hizo que la reunión de 2023 fuera menos representativa de la realidad plural del movimiento anarquista organizado a nivel mundial. Evidentemente, en 2012 también hubo un contexto diferente marcado por movimientos que, tanto a orillas del Mediterráneo como al otro lado del Atlántico, contaron con la participación del movimiento anarquista, aunque de formas diferentes.
Sin embargo, también fue en parte una elección del comité organizador, que prefirió abrir al máximo el encuentro a la participación espontánea. De hecho, cualquiera podía proponer debates y actividades a través de una plataforma online, y ni siquiera una presentación fue programada directamente por el comité organizador, que actuó sólo como filtro e infraestructura. Evidentemente, esta fórmula también tiene sus limitaciones. En las semanas previas a los RIA, hubo duras críticas por la presencia de ponentes más cercanos a posiciones «liberales» o «conspiracionistas». Por ello, se revisó el programa y se cancelaron algunas iniciativas cuyos contenidos se alejaban claramente del movimiento anarquista. El problema, sin embargo, no es técnico, sino político. La falta de participación de organizaciones capaces de hacer aportaciones colectivas al debate se percibió claramente en la fragilidad de la base política del propio evento.
En cualquier caso, quienes hayan leído el programa de «Anarquía 2023» podrán identificar los asuntos en torno a los cuales se desarrolla hoy la actividad del movimiento anarquista, temas centrales en la realidad actual: la guerra, el resurgimiento de regímenes autoritarios y dictaduras militares, el retorno del fascismo en diversas formas, el clima, la actividad sindical, la explotación capitalista, las luchas feministas y queer, las políticas racistas y de cierre de fronteras. Todos estos temas se trataron en debates, talleres y conferencias desde distintos puntos de vista. Probablemente, las iniciativas más interesantes fueron las presentaciones de las realidades más alejadas del contexto europeo en el que se desarrolló el encuentro. Este fue el caso de las actividades propuestas por los grupos de Brasil, Chile, Perú, Filipinas, Irán, Turquía, que han aportado una contribución significativa desde nuevas experiencias y perspectivas, permitiéndonos ampliar nuestra mirada, e intentar deshacernos de una visión eurocéntrica.
Como Federación Anarquista Italiana hemos aportado contribuciones específicas sobre los temas del antimilitarismo y el antifascismo. Los grupos individuales y lxs individuxs federadxs también han promovido y participado en diversas presentaciones y conferencias. Además FAI, junto con Eslovenia y Croacia (FAO) y Grecia (APO), todas las federaciones de la IFA (Internacional de Federaciones Anarquistas) activas a lo largo de las fronteras europeas más sangrientas, desplegaron una pancarta contra la «Fortaleza Europa». Los talleres antimilitaristas se celebraron en tres días distintos, en tres lugares diferentes. El jueves 20 tuvo lugar la primera reunión en la sala principal, casi llena; en esa ocasión se expusieron nuestras posiciones sobre el concepto de antimilitarismo anarquista y sus prácticas, y sobre la guerra en Europa del Este, incluyendo ejemplos de luchas en las que estamos comprometidos, desde el Movimiento No Base en Pisa hasta las huelgas generales contra la guerra organizadas por el sindicalismo de base. En los dos días siguientes, las reuniones tuvieron lugar en locales menos oficiales, lo que permitió una mayor interacción y comparación con compañerxs de diferentes países sobre las prácticas de lucha. También hubo momentos de viva discusión, con intervenciones críticas que abrieron el debate sobre las diferentes posiciones existentes sobre la situación en Ucrania. Sin embargo, este ciclo de iniciativas ha tenido un resultado concreto. Del encuentro con individuxs y grupos antimilitaristas de diferentes partes del mundo surgió la idea de una iniciativa internacional común que se celebrará en noviembre.
Sobre el fascismo, hemos intentado aportar una contribución específica para alimentar el debate a nivel internacional, tratando de definir las características del régimen fascista histórico en Italia, y las características del gobierno fascista que se sienta hoy en Roma. Se señaló que, en materia de guerra, explotación de la clase obrera, autoritarismo y racismo, el gobierno actual no hace otra cosa que seguir el camino ya trazado por los gobiernos anteriores. En cambio, se distingue por sus ataques a las mujeres y a las subjetividades no binarias, en un intento de volver a consolidar la dominación patriarcal. Recordando el compromiso del movimiento anarquista en la lucha contra el fascismo durante el siglo pasado, se subrayó la importancia de mantener una perspectiva de transformación social radical, porque sólo la revolución social puede detener al fascismo. La especificidad de la situación italiana suscitó gran interés y, al final de la presentación, se abrió un interesante y animado debate en una sala abarrotada, con preguntas e intercambios sobre las respectivas experiencias de lucha en los distintos países.
Además de las muchas cosas positivas, sin embargo, hemos sido testigos en algunas ocasiones de la implementación de prácticas que no se ajustan a nuestra ética, así como de la difusión de mensajes que parecen incompatibles con los valores y principios que el movimiento anarquista lleva a cabo desde hace 150 años. Si exponemos estas críticas no es para polemizar con tal o cual grupo, sino porque pensamos que no podemos silenciar los problemas que el movimiento anarquista internacional debe afrontar si quiere crecer ante los retos que nos esperan.
Nos referimos a la actitud de algunxs individuxs y grupos que han intentado utilizar el encuentro para imponer su propia línea política, incluso de forma violenta, identificando a algunas organizaciones históricas del movimiento anarquista nada menos que como el «enemigo». El primer caso fue el de los grupos que apoyan a lxs llamadxs «combatientes antiautoritarixs» que se alistaron en el ejército estatal ucraniano. Aunque consideramos que esta opción es incompatible con nuestros principios anarquistas y nuestras prácticas antimilitaristas, nunca nos hemos opuesto a su presencia, en el espíritu de apertura y pluralismo que caracterizó esta edición de los RIA.
Lo grave no es que estos grupos hayan intentado obtener la máxima visibilidad, sino que lo han hecho de un modo incompatible con lo que consideramos un método anarquista. Estos grupos organizaron algunos talleres y una conferencia en la sala principal. En estas reuniones, a cualquiera que intentara expresar críticas o simplemente opiniones diferentes se le negaba sistemáticamente la palabra y se le silenciaba. En los raros casos en los que se daba la palabra a alguien que expresaba una visión diferente a la de lxs organizadorxs, éstxs interrumpían desde la «mesa», por tanto desde una posición de poder, las inoportunas intervenciones con el pretexto de que estaban «fuera de tema». Quienes intentaron alzar la voz para protestar contra estos métodos fueron insultadxs, deslegitimadxs y amenazadxs incluso físicamente. Lxs compañerxs que intentaron intervenir en el debate del sábado por la tarde fueron rodeadxs por individuxs que formaban parte de una especie de «servicio de seguridad», que no tuvieron ningún reparo en destrozar los carteles de manos de algunxs compañerxs pacifistas que los habían expuesto. Esto nos parece una falta grave, no sólo porque censurar violentamente los debates es una práctica autoritaria, sino también porque supuso la privatización de un espacio que ha sido conquistado colectivamente por quienes han organizado los RIA en los últimos años. También es inaceptable que miembros de estos grupos repitieran públicamente mentiras contra las organizaciones anarquistas que nos pronunciamos contra la guerra, acusándonos incluso de «estar sometidas a la propaganda de Putin». Ante estas calumnias y falsedades, basta con referirse al documento «Por un nuevo manifiesto anarquista contra la guerra» que expresa claramente la posición de la FAI ( https://www.federazioneanarchica.org/archivio/archivio_2022/20220722manifestonowar_en.html) y que difundimos ampliamente en cientos de ejemplares en Saint-Imier. A continuación, queremos dejar claro que la censura, así como la denigración y la deslegitimación sistemáticas de lxs adversarixs, son prácticas autoritarias que no deben tener cabida en el movimiento anarquista.
Finalmente, individuxs no identificadxs asaltaron físicamente en repetidas ocasiones el puesto de la FA francófona, con el pretexto de la presencia de algunos libros que algunxs consideraban «islamófobos», rompiendo y quemando estos libros, atacando a compañerxs individuales, intentando organizar una protesta más amplia contra la FA como tal, supuestamente acusada de «racismo». Si bien los debates que tienen lugar en Francia sobre estos complicados problemas no pueden abordarse exhaustivamente en estas pocas líneas, queremos subrayar que ninguna crítica política puede expresarse en formas que recuerden los métodos de los peores regímenes autoritarios que combatimos. Al difundir el comunicado de solidaridad con la FA firmado por varias federaciones de la IFA (https://www.federazioneanarchica.org/archivio/archivio_2023/20230808solidarieta.html) debemos subrayar que estos ataques se han producido sistemáticamente contra las organizaciones históricas del movimiento anarquista. En algunas de estas tensas situaciones, además, ha faltado desgraciadamente la mediación del grupo de trabajo encargado de esta función.
Creemos que la reunión de Saint-Imier, así como la Feria del Libro Anarquista de los Balcanes celebrada en Liubliana a principios de julio, fueron de crucial importancia para nuestro movimiento, una oportunidad excepcional de intercambio, reactivación y clarificación para continuar nuestra lucha internacionalista, antimilitarista y revolucionaria, en una fase compleja como la que estamos atravesando. También es importante subrayar las limitaciones de estos eventos y sobre todo rechazar las prácticas dogmáticas y sectarias. Aunque estos eventos contaron con la participación de sólo una parte del movimiento, es evidente que la actualidad de los temas abordados, la vivacidad del debate, la pluralidad de las posiciones es señal de un dinamismo difícil de encontrar en otras corrientes revolucionarias. Incluso en un contexto mundial muy difícil, el movimiento anarquista sigue teniendo una influencia significativa y puede desempeñar un papel central; nos corresponde a nosotrxs mostrar la contribución crucial que puede aportar como práctica revolucionaria a la causa de las clases oprimidas y explotadas de todo el mundo.
Comisión de Relaciones Internacionales de la FAI
