A continuación se muestra el resultado de mi visita al norte de Kurdistán en Turquía entre el 02/11/14 y el 08/11/14 como parte de una delegación del Reino Unido, organizada por la “Campaña de paz en Kurdistán” (PIK), “Partido democrático del pueblo” (HDP) y “Congreso de la sociedad democrática” (DTK).
A lo largo de la visita tuvimos la oportunidad de conocer a muchas organizaciones, incluidos partidos políticos, sindicatos locales y regionales, el co-alcalde de Diyarbakir y Suruc, la coordinación de la ayuda humanitaria a los refugiados, campos de refugiados, aldeas en la frontera de Kobane, representantes del “Movimiento libre democrático de mujeres”, “Asociación de derechos humanos”, representantes del “Partido de la región democrática”, el “Colegio de Abogados de Diyarbakir” y, finalmente, reunirnos con la “Federación de familiares de detenidos”.
Durante nuestro encuentro con estos agentes tuvimos total libertad para hacer preguntas relevantes acerca de la situación, sus responsabilidades, su acercamiento a los problemas a los que se enfrentan, y sus tareas actuales y futuras.
No hay duda de que cada una de las organizaciones antes mencionadas estaba sobrecargada con el trabajo, la escasez de fondos y de ayuda humanitaria y la falta de apoyo del gobierno central. Esto era debido a las siguientes razones:
a) La guerra en Kobane ha creado un gran problema en la región debido a la gran cantidad de refugiados de la ciudad y yazidíes de Shangal (Provincia de Sinjar). Esto ha creado un gran problema para cada uno de los mencionados departamentos.
b) La lentitud del proceso de paz entre el PKK y el Gobierno turco, que está casi detenido. Obviamente, esto ha hecho que la gente esté enojada, frustrada y decepcionada.
c) La guerra continuada en Kobane ha causado más muertes y el desplazamiento de personas, mientras que no hay ninguna señal clara de derrotar al ISIS. Hay evidencia de que el gobierno turco está apoyando al ISIS. Éstas son razones para más manifestaciones y protestas, con una respuesta viciosa de la policía que desestabiliza aún más la situación.
La observación más importante de nuestra visita es la fragmentación de las organizaciones, y la formación de una gran variedad de cuerpos en diferentes lugares. Algunos de ellos son viejos, pero muchos se han desarrollado durante el último par de años. Cada uno de ellos está trabajando para el progreso de la sociedad hacia una situación de estabilidad, paz, libertad, justicia social, con derechos humanos… Hay algunas señales de coordinación entre ellos.
Muchos de estos organismos se han formado como un defecto y forzado a sí mismos sobre la situación y el gobierno central. Ésta es una razón para que haya un poco de tensión entre ellos y el gobierno. Es sorprendente constatar que, si bien el Municipio de Diyarbakir ha sido elegido por el pueblo kurdo, no tiene contacto ni con el jefe de la policía ni con el gobernador de Diyarbakir. Éste es el caso de otros departamentos. Por ejemplo, cuando le preguntamos a la “Asociación de derechos humanos” si ha escrito a la policía acerca de su comportamiento y el acoso a la población local, respondió diciendo que «no tiene sentido escribirle, ya que nunca ha respondido.» Hay muchas escuelas kurdas, pero el Estado no las reconoce. La gente, sin embargo, las apoya firmemente y confía en que algún día puedan obligar al Estado a reconocerlas. Es interesante que la gente esté desafiando y reclamando el poder al Estado. Hay un poder dentro del poder. Hay »poder del pueblo» en el que la gente cree, con el que trabaja, al que se han obligado a sí mismos y ha hecho que sea viable y de gran alcance. Éste es su camino para tomar gradualmente el poder de la élite minoritaria. Así, esto no resulta difícil en las ciudades de abrumadora mayoría kurda, las cuales creen en cambios. Así es como la revolución social se inicia, desde la parte inferior de la sociedad, y no desde arriba.
Después de 28 años de guerra, el PKK se ha dado cuenta de que tiene que cambiar la dirección de sus luchas, sus objetivos y su estrategia. De lo contrario, su futuro no será mejor que el futuro de otros movimientos.
En mi opinión, el PKK o, al menos, la facción o grupo dominante dentro del PKK, ha tomado la decisión y dirección correctas al silenciar sus armas y abrir sus mentes, cambiando las fuerzas militares por el poder del pueblo y la revolución política por la revolución social. La ola de la revolución social es tan fuerte que será extremadamente difícil para cualquier persona o partido político cambiar su dirección o, mucho menos, detenerlo. Se ha convertido en una cultura, en costumbre, especialmente para las generaciones jóvenes. Se han dado cuenta de que es la única manera de desafiar al poder, para retar al sistema y realizar cambios importantes.
Según hablamos con la gente comprobamos que están seguros de poder hacer cambios. En la reunión del “Movimiento libre democrático de mujeres” había 9 mujeres presentes. Nos contaron cómo se enfrentan a la problemática de la mujer en la sociedad (violencia doméstica, violaciones y otros abusos) y todas las formas de apoyar a los individuos para que ganen seguridad para hacer frente a sus problemas. Algunas de ellas hablaron de sus propias experiencias y nos dijeron que, desde que se unieron al movimiento, casi se han convertido en otras personas. Participan en el campo de paz de mujeres, compartiendo la misión, discuten sobre libros que leen y trabajan con la “Federación democrática de mujeres de Kobane”. Cuando les preguntamos si había algún grupo de gays o lesbianas en Diyarbakir, respondieron que “hay un par de grupos en la ciudad, tenemos contactos con ellos y estamos muy a favor de ellos.” Es increíble ver, en una ciudad como Diyarbakir, que haya movimiento de mujeres con individuos muy valientes y de mentalidad abierta, que, además, son muy solidarios.
La “Federación de familiares de detenidos” (Tuhad-FED) es otro de los grupos con quien estuvimos reunidos un par. Este grupo se formó en 1996 bajo auspicio del gobierno. Cuenta con 14 voluntarios; la mitad de ellos son mujeres que trabajan sin descanso. La mayoría de miembros fundadores había tenido la muy amarga experiencia de estar en prisión, ya que fueron torturados o detenidos durante un período de tiempo. El co-presidente de la federación aún se mantiene en prisión. Esta federación es muy activa y tiene contacto regular con las familias y los padres de los detenidos. Les apoyan manteniendo el contacto, buscando un abogado a los detenidos y financiando a las familias de los más pobres en sus visitas a seres queridos en prisión.
Este grupo está en contacto con diferentes grupos, en el extranjero y localmente, de la “Asociación de derechos humanos” (IHD). En nuestra reunión con dicha asociación, confirmaron que la policía detuvo a muchas personas en la manifestación del 06/10 y 07/10/2014 en contra de la autoridad turca. Fue entonces cuando muchos miles huyeron de Kobane a Turquía en contra de los deseos del gobierno. Las manifestaciones fueron contra la política silenciosa del Estado de Turquía de apoyo al ISIS. El jefe de IHD confirmó que sólo 5 minutos antes de nuestra llegada, un par de personas habían entrado en su oficina para informar de que sus hijos, de 16 y 17 años, habían sido arrestados por la policía. Tenían información de que, durante la manifestación, 42 personas y 2 policías murieron y unas 1.128 personas fueron arrestadas (incluyendo 53 niños), de los cuales 221 siguen en prisión.
En una reunión con el co-presidente de uno de los sindicatos que trabaja en un hospital, confirmó la llegada de 128 heridos y algunas personas muy enfermas a su hospital. La policía había irrumpido en la oficina del sindicato y el hospital algunas veces para saber si alguien que ayudara a la gente de Kobane había sido tratado en el hospital. Cuando se enteraron de la presencia de personas enfermas y heridas de Kobane, las acosaron a ellas y a enfermeras, abusaron verbalmente y tomaron sus documentos de identidad.
En nuestra reunión con la “Asociación de abogados de Diyarbakir” hubo 5 abogados. Nos dijeron que tienen cerca de 1.000 abogados de la región de Kurdistán trabajando en diferentes departamentos, velando por los derechos de las mujeres y los niños o trabajando en centros de asistencia jurídica financiados por el Estado. Confirmaron que no ha habido cambios importantes desde el inicio del proceso de paz. Se mostraron optimistas y esperan que la situación mejore el próximo año, cuando la Constitución cambie. Señalaron que hay un sistema de libertad bajo fianza, pero que no se aplica a personas involucradas en la política, cuyos casos tienen que resolverse en los tribunales. Cuando les preguntamos sobre cómo presentar quejas sobre el comportamiento de la policía, respondieron: “No creemos que valga la pena quejarse, pues la policía no escucha y no va a cambiar de actitud.”
Confirmaron que 2000 estudiantes han sido detenidos y que, en toda Turquía, unas 3.000-4.000 personas siguen en prisión. Esto a pesar de que la Constitución establece que las personas no deberían ser detenidas por actividades u opiniones políticas. Sin embargo, si uno pertenece a un determinado partido político o conocer la realización de algún tipo de bandera o pancarta con lemas incitando al odio, se vuelve susceptible de ser arrestado.
Los apuros de los refugiados continúan
Desde la captura de Mosul, en Irak, por el ISIS, el genocidio del yazidíes y el inicio de la guerra en Kobane, la región del Kurdistán en Turquía está abrumada con refugiados de Kobane y Sinjar. Más de 100.000 yazidíes han huido; muchos de ellos han terminado en el Kurdistán iraquí y otros 18.000 han llegado a Turquía. También, 4.000 de ellos se alojan en uno de los campamentos en las afueras de Diyarbakir. El co-alcalde de Diyarbakir confirmó que no ha habido apoyo de la ONU. La gente de la región donó dinero para carpas, comida y ropa. Dijo que “el 90% de la donación y la ayuda llegó a los Municipios de Diyarbakir, por parte de la población local y sólo el 10% por parte del Estado.” Nos comunicó que trabajan muy duro para satisfacer las necesidades básicas de la vida, tales como tiendas de campaña, alimentos, ropa, agua, electricidad, elementos de baño, elementos de salud y escuelas para los niños. Mencionó que tienen grandes dificultades: no tiene gente suficiente, pues todos los servicios tienen que ser hechos por voluntarios. También carecen de expertos laborales, médicos, enfermeras, camas, ambulancias y medicamentos. El gobierno turco no les ayuda en la prestación de servicios y todo lo existente ha sido organizado por los municipios.
También nos reunimos con el “Sindicato de la región sureste de Anatolia”, dentro del cual Gabb está a cargo de la coordinación de la ayuda humanitaria a los refugiados. Este organismo se compone de 286 miembros, de los cuales el 30% son mujeres. Se elige a 7 personas para formar parte del comité activo. La mitad de su presupuesto proviene de los municipios de la región y tienen contactos en el extranjero. Gabb nos dijo que tienen un plan intensivo para los próximos 3 meses de coordinación entre los campos de refugiados, entre los refugiados de Kobane y Shangal y también con Turquía, para obtener información y apoyo humanitario. También tienen que clasificar a la gente en cada campo en términos de género, edad, salud y otros problemas. Confirmaron que supervisan y apoyan 9 campamentos de refugiados, 4 de ellos de yazidíes de Shangal. Confirmaron que, alrededor de 6.000 de ellos, han regresado al Kurdistán iraquí, pero que han recibido 96.000 más, que se establecieron en Suruc y 2.840 en Mardin.
También visitamos el campo de refugiados de yazidíes, donde viven más de 4.000 personas. Estas personas se quejaron de la calidad de la comida, el agua caliente, los médicos y enfermeras. Nos dijeron que, debido a la falta de transporte, se tarda 15 días para ser remitido a un hospital y refugiados sin dinero tiene que pagar por su tratamiento.
En Surus, visitamos el campo de refugiados de Kobane, que se creó el 15/09/14. Tienen las mismas facilidades que los refugiados de Shangal. Parecía que vivían en condiciones razonables. Nos dijeron que ellos tienen 15 médicos, 20 enfermeras y muchos más listos para cuidar de ellos. Parece que son más felices que los refugiados de Shangal, probablemente debido a los siguientes factores:
a) Están muy cerca de Kobane, de donde vienen, ya que influye positivamente psicológicamente en ellos, en comparación con los yazidíes, desde el lejano Shangal.
b) Sienten que su estancia es temporal y regresarán a casa pronto. Los desplazados de Shangal tienen poca esperanza de regresar, mientras que el ISIS controle su región.
c) Los refugiados de Kobane tuvieron tiempo de salir de casa y algunos lograron tomar sus objetos de valor con ellos. Los yazidíes, por otro lado, se enfrentaron a una masacre inmediata. Dejaron todo atrás y muchos de sus familiares fueron asesinados. Cientos de sus mujeres fueron secuestradas por el ISIS y vendidas como esclavas sexuales después de los ataques, lo que aún se desconoce.
d) Los refugiados de Kobane se fueron mientras aún había gente en lucha contra las fuerzas del ISIS. Las personas yazidíes se quejan de las fuerzas de Massoud Barzani (los “peshmerga” –combatientes kurdos armados–). Nos informaron de que, tan pronto como llegó el ISIS, los “peshmerga” se retiraron y dejaron a los yazidíes cara a la masacre. El retiro de los “peshmerga” es un misterio y nadie sabe si fue orden de Massoud Barzani, un acuerdo entre el ISIS, el gobierno turco y Barzani o algo más. Cuando hablamos con la gente en el campamento de yazidíes, algunos de ellos no ocultaron su enojo y frustración contra los peshmerga de Masoud Barzani.
El gobierno turco ha cambiado de táctica, pero no su estrategia contra el pueblo kurdo
En todas partes había personas que tenían una cosa en común: “No ha habido ningún cambio importante desde el alto el fuego de diciembre de 2012.” La represión y la opresión están sucediendo, todavía la comunidad kurda está marginada, todavía se puede ver una gran diferencia entre ciudades/aldeas kurdas y turcas.
No hay mucho apoyo del gobernador de las ciudades o del gobierno central a los municipios que están controlados por el pueblo kurdo. La comunidad kurda sufre, en gran medida, la falta de trabajo y los problemas de salud. Las personas aún viven con gran temor, ya sea por su propia seguridad o por la de sus hijos, acosados, secuestrados o detenidos sin razón.
Es cierto que el pueblo kurdo está ahora controlando sus municipios, y creando muchas organizaciones, asociaciones, sindicatos y una gran variedad de grupos. Sin embargo, recibe muy poca o ninguna ayuda del gobierno. Éste se ha dado cuenta de que los kurdos han forzado su caso y el gobierno turco no tiene más remedio que aceptarlo. Esto puede ser debido a que el gobierno tiene la esperanza de convertirse en un miembro de la UE. También los kurdos, simplemente, han rechazado la antigua situación. Ellos están dispuestos a luchar y no quieren dejar su revolución social, que está en su comienzo.
Las cosas pueden suceder, pero no deben suceder para descarrilar la revolución social
La situación es muy tensa y delicada. El proceso de paz parece haber llegado a un punto muerto. Kobane todavía se siendo asediada, el ISIS sigue siendo una gran amenaza para la región y parece que quitar a Assad del poder (en Siria) no es posible por el momento. Los EE.UU. y el resto de países occidentales puede quedarse sin una política o estrategia clara para derrotar al ISIS y el gobierno turco no es serio en la negociación con el PKK. Estos factores tienen un impacto directo o indirecto sobre la situación en Turquía.
Sin embargo, los factores, más importantes que los anteriores, que pueden descarrilar la revolución social son:
a) Poner fin al alto el fuego del PKK y volver a la guerra de guerrillas. Este sería un desastre para la sociedad turca y la comunidad kurda. No hay duda de que esto puede traer más muertes, más destrucción, más desplazamiento de personas, creando el sentimiento de odio entre kurdos y turcos, aumentando la ola de racismo y tendría un impacto negativo en la región en su conjunto y la región kurda de Irak, Irán y Siria, en particular.
b) La actitud de Estados Unidos y los países occidentales, que tratan al PKK como una organización terrorista, no ayuda a la situación. Continuar con esta política no traerá ningún beneficio, ya sea a los kurdos o a sus aliados en la región. Estos países necesitan cambiar sus actitudes hacia el PKK, deben entender que no es la misma organización de la década de 1990. Deben considerar al PKK como una fuerza principal en la región, que es muy popular. Ha cambiado, de hecho, y progresado considerablemente durante los últimos años. Por tanto, el PKK no puede ser marginado. Los EE.UU. y los países occidentales deberían obligar al gobierno turco a no tomar el alto el fuego por sentado; todos ellos deben aprovechar esta oportunidad para poner fin a esta larga disputa.
c) El gobierno turco tiene relaciones dudosas con el ISIS y las demás organizaciones terroristas de la región. Por ejemplo, los utiliza en una guerra de poder que puede llegar a ser extremadamente perjudicial para Turquía. El presidente de Turquía, Sr. Tayyip Erdogan, y su gobierno deben dejar atrás su sueño de establecer el antiguo Imperio Otomano en el siglo XXI. En su lugar, deben concentrarse en sus problemas internos, especialmente la cuestión kurda.
d) Todavía hay una gran lucha entre generales y políticos militares en Turquía por el poder. El proceso de paz nunca ha sido del interés de los generales militares. Aunque en la actualidad la lucha es cada vez menos eficaz, la intervención de redes de espionaje dentro de la región, junto con EE.UU. y los países occidentales, podría revivir esta lucha y fortalecer los generales para hacer una “kudeta” militar. Esto, obviamente, no está en el interés del proceso de paz y la revolución social, al traer de vuelta las viejas políticas de represión, opresión y asesinato de personas inocentes y volver a la casilla de salida.
Zaher Baher del “Grupo de solidaridad Haringey” y el “Foro de anarquistas de Kurdistán”