Elecciones municipales y forales 2015 ¿Por qué abstenerse?

Comienza de nuevo el carnaval electoral. Los partidos políticos se disfrazan otra vez de solución, de gusano en el anzuelo, y tiran su caña a la urna para ver qué es lo que pescan y quién es el ingenuo que pica. De esta manera, buscan seguir otros cuatro años esquilmando las arcas públicas y el bolsillo de las y los contribuyentes, con el permiso que el voto les procura.
Miremos ahora a nuestro alrededor: a día de hoy vivimos con un grado de corrupción que sobrepasa cualquier tipo de límite, tal como queda demostrado con la infinidad de casos que se han descubierto y aireado. Semana tras semana comprobamos que la corrupción no es un hecho aislado, y que tiene mucho que ver con la situación actual (elevadísimo porcentaje de paro, desahucios que provocan suicidios, bancos de alimentos que no dan a vasto, explotación y represión sindical extremadamente acentuada, fuga de cerebros, etc.).
Frente a todos estos problemas, los nuevos partidos surgidos del 15M (Podemos, Ganemos, etc.) prometen soluciones, pero no nos engañemos (ni nos dejemos engañar): no la tienen ni la tendrán, porque gane quien gane las elecciones, aquí siempre mandan los mismos: el capitalismo, los militares y, en menor medida, la Iglesia. Y por supuesto, siempre nos toca perder a las mismas y a los mismos: el pueblo, las trabajadoras y trabajadores, jubiladas y jubilados, amas de casa, paradas y parados, etc.
Te pedimos que no votes, pero a la vez también te pedimos que te organices y luches en todos los órdenes de la vida para forzar las soluciones que necesitamos apremiantemente y que sólo vendrán dadas por el grado de compromiso que todas y todos seamos capaces de asumir en la lucha contra la injusticia.