128 años han pasado ya desde que los mártires de Chicago dieran su vida por luchar contra la explotación capitalista de los trabajadores y, a pesar de que gracias a la lucha revolucionaria y sin tregua contra el capital y sus esbirros se consiguieron grandes conquistas como la jornada de ocho horas y otros logros que han costado a la clase obrera sangre, sudor y lágrimas así como enormes sacrificios, sacrificios que le dieron a la clase la dignidad y la conciencia social que necesitaba para transformar una sociedad, injusta y caduca en una sociedad libre, solidaria y justa de hombres y mujeres libres, una sociedad regida de abajo a arriba y no de arriba a abajo como actualmente. Esa sociedad que los trabajadores llevaban en sus corazones no pudo ser por culpa de que el sistema utilizo la famosa táctica del divide y vencerás creando el marxismo para dividir a la clase obrera y destruir el espíritu de la primera internacional obrera de carácter e inspiración anarquista. El sistema consiguió lo que buscaba y separo a la clase obrera el dos posiciones enfrentadas e irreconciliables, el anarquismo que manteniendo vivo el espíritu de la primera internacional obrera propone la organización y lucha de los trabajadores al margen del sistema y sus recovecos como el poder político y los marxistas que proponen la toma del poder para cambiar el capitalismo privado por el capitalismo de estado, ósea cambiar de amos.MAIATZAK 1 EUSKARAZ 2 B

Una vez divididos los trabajadores lo demás era fácil, consistía en utilizar a los sindicatos de inspiración marxista para boicotear y desacreditar a los de inspiración anarquista proporcionando les los medios para ello y traicionar a los trabajadores que cometían la torpeza de confiar en el marxismo, y así todos los logros conseguidos con la lucha, incluidas la dignidad y la conciencia social se han ido perdiendo poco a poco en la noche de los tiempos. Por eso es necesario recuperar el espíritu de la primera internacional para volver a reconquistar esa dignidad y conciencia social que nos permitirán reconquistar, no solo las conquistas perdidas sino las que aún no hemos alcanzado hasta llegar a la máxima expresión, nuestra emancipación.